No soñaba con convertirse en presidente, pero su madre supo desde niño que se convertiría en el líder del país.

Si «Bongbong», hijo de Ferdinand e Imelda Marcos, cuyo gobierno se ha dado a conocer como una «dictadura marital», gana las elecciones del lunes como predicen las encuestas, cumplirá el deseo de su madre de que la familia regrese al palacio presidencial apenas para expiar por sus crímenes pasados.

Filipinas elegirá al sucesor del actual presidente Rodrigo Duterte el lunes y Bongbong, con un respaldo considerable, está listo para quitarle la presidencia si todo sale como se espera.

Imelda, que gobernó junto a su marido desde 1965 hasta que una revuelta popular la obligó a exiliarse en Hawái en 1986, es la sombra detrás de la candidatura de Bongbong, un político improbable por su falta de carisma y virtudes más allá de su famoso apellido.

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