El gobierno español está movilizando a más de 15.000 policías para reprimir los violentos piquetes de camioneros en huelga.

Los conductores bloquearon carreteras y formaron piquetes en las protestas de esta semana, lo que provocó escenas violentas con personas que intentaban trabajar.

El paro nacional por el aumento de los precios de los combustibles comenzó el lunes y no cuenta con el apoyo de sindicatos o asociaciones de transporte por carretera.

El gobierno afirma que los huelguistas son una minoría de los camioneros del país.

La secretaria de Transporte, Raquel Sánchez, dijo el jueves que las protestas fueron organizadas por «un grupo de extremistas con vínculos con grupos políticos de extrema derecha empeñados en chantajear a este país».

No se presentó evidencia para corroborar las afirmaciones, pero confirmó que oficiales de policía adicionales atacarán a los piquetes y garantizarán que los no huelguistas continúen transportando suministros.

La federación de la industria láctea Fenil dijo el jueves que las protestas han «interrumpido» el suministro de los bienes necesarios para fabricar productos lácteos, al igual que las distribuciones a las cadenas minoristas.

Hay otros informes de partes de España que también se han visto afectados los suministros de productos frescos como frutas y verduras.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido que el 29 de marzo el gobierno adoptará medidas para frenar el aumento de los precios de la energía en un intento por reducir la inflación, que ya se encuentra en su nivel más alto en casi 36 años.

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