UN DETENIDO golpeó y mordió a los guardias de un centro penitenciario de Jaén tras ordenarles que regresaran a su celda el miércoles por la tarde.

El matón de 22 años que confesó haber matado a una niña de 14 años en Alcalá la Real en febrero amenazó con matar a los funcionarios penitenciarios durante el violento estallido.

Después del brutal ataque, ahora ha sido puesto en régimen de aislamiento, confirmaron funcionarios del Sindicato Penitenciario de La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

Dijeron: “El preso se negó a ir a su celda después de pasar algún tiempo en el patio.

«Después de que los agentes le dijeron que abandonara la terraza, amenazó con matar al personal penitenciario, golpeándolos, mordiéndolos y magullándolos».

CSIF elogió la «rápida actuación» de los guardias penitenciarios y denunció «la falta de personal que sufren las cárceles de nuestro país, incluida Jaén».

Un portavoz de la prisión dijo que el ataque fue «absolutamente inesperado» y confirmó que dos miembros del personal resultaron heridos y que está «pendiente» una evaluación completa de la gravedad de sus heridas.

También confirmaron que el reo fue trasladado a régimen de aislamiento y se encuentra bajo observación médica.

El asesino confeso lleva tras las rejas desde el pasado 16 de febrero tras llamar al 112 y admitir su autoría en la brutal violación y asesinato de la adolescente jiennense.

Llamó a las 21.30 horas del 15 de febrero, poco después de que la Guardia Civil encontrara el cuerpo desnudo de una niña de 14 años entre las ruinas de la iglesia de Santo Domingo de Silos, parte de un antiguo complejo del castillo llamado Fortaleza de la Mora que se sienta en la parte superior de la ciudad.

La familia de la niña, que es española con raíces árabes, había denunciado previamente su desaparición.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, tuiteó el «horror de tan terrible hecho» y ofreció sus condolencias a la familia.

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