Una OFERTA para exhibir la obra maestra de Picasso Guernica en el País Vasco fue rechazada.

La imagen, que representa el bombardeo de la ciudad vasca del mismo nombre en 1937, nunca se ha exhibido en la región.

El gobierno vasco propuso que la pintura, ampliamente considerada como una de las pinturas contra la guerra más conmovedoras y evocadoras de la historia, se exhibiera en el Museo Guggenheim de Bilbao.

Incrédula de que la obra de Picasso nunca pisara el País Vasco, la senadora de izquierdas de Bildu, Idurre Bideguren, había propuesto una exposición temporal.

“Es más que una gran obra de arte: es un símbolo contra el fascismo que representa la simbiosis entre el arte y la denuncia”, dijo Bideguren.

Pero el gobierno español ha reiterado su postura de que la pieza no saldrá del Museo Reina Sofía de Madrid, donde ha estado desde 1992, ni siquiera para exposiciones temporales.

Insisten en que la obra es demasiado grande y frágil para moverla.

No es la primera vez que se presenta una solicitud para mostrar las obras de arte en el País Vasco; solicitudes similares en 1997 y 2006 también fueron rechazadas.

Picasso pintó Guernica en París en respuesta al bombardeo de la ciudad por parte de las fuerzas fascistas.

Audaces fotografías en blanco y negro pegadas en las portadas de L’Humanité y otros periódicos franceses fueron las primeras representaciones visuales que vio del derramamiento de sangre y la devastación.

Estas imágenes se convirtieron en su inspiración para una de las pinturas más famosas del mundo, un aullido universal contra los horrores de la guerra.

La decisión de Picasso de pintarlo en monocromo se ha citado como un intento deliberado de representar un registro fotográfico del genocidio, a pesar de su estilo vanguardista.

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