Un hombre que pagó 30 € a una prostituta ha sido sancionado con una fuerte multa tras denunciarla a la Policía Local de Albal.

El cliente enojado entró en la estación de policía y afirmó que la prostituta que conoció en la calle no había cumplido completamente su parte del trato.

El solicitante no sabía que Albal había promulgado recientemente una ordenanza municipal multando a las personas por «consumir servicios sexuales en la vía pública».

Su visita a la policía le costó 800 euros en la “primera” multa en la ciudad según la nueva ley.

Albal es considerado un pionero nacional por su campaña contra los proxenetas y los traficantes de personas.

La trabajadora sexual Florina Gogos, de 19 años, fue asesinada en Albai el año pasado, lo que llevó a la ciudad a tomar medidas enérgicas contra la prostitución y la explotación al aire libre.

Han aumentado las multas a proxenetas y dueños de burdeles.

Se prohibieron todas las formas de publicidad de la prostitución, incluso hasta el punto de hacer tarjetas de presentación que anunciaran la ubicación de un burdel.

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