MIENTRAS los estantes de los supermercados comienzan a vaciarse, los aliviados patrones baleares han logrado evitar una inminente huelga de camioneros que habría afectado las entregas.

El Govern balear y la asociación de transportes han acordado cancelar una huelga prevista para el 28 de marzo.

Las huelgas a nivel nacional han causado estragos en el continente en las últimas semanas, y la Administración balear teme que puedan extenderse a Baleares y afectar seriamente el suministro de alimentos.

Ya hay escasez de una serie de productos en las cadenas de supermercados de las islas.

La oferta de pollo, pescado, aceite y productos lácteos es particularmente escasa.

Según algunas de las cadenas más grandes, la escasez es peor que en cualquier momento durante la pandemia.

Bartolomé Servera, presidente de la asociación de comerciantes de Baleares, dijo que el suministro de alimentos solo podría garantizarse durante 15 a 20 días si continúan las huelgas.

Los camioneros habían amenazado con huelgas similares a las del continente si no se cumplían sus demandas de impuestos más bajos y regulaciones más ligeras.

Sin embargo, los consumidores se sentirán aliviados al saber que la patronal acordó el miércoles un acuerdo para poner fin a la huelga, tras alcanzar un acuerdo por el que se otorgan 5,5 millones de euros en subvenciones para unos 7.000 conductores de transporte público.

Mientras tanto, el gobierno balear ha dicho que los suministros básicos de alimentos están garantizados a pesar de las continuas interrupciones.

El lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprobó una inyección de efectivo de 500 millones de euros para hacer frente al aumento de los precios del combustible, una de las razones por las que miles de camioneros han emprendido huelgas pero no cumplieron con las demandas de congelación del IVA sobre el combustible.

Gran parte de la UE está experimentando un aumento de los costes de la energía y el combustible, exacerbado por la invasión rusa de Ucrania.

Parte de la huelga se volvió violenta cuando la secretaria de Transporte, Raquel Sánchez, describió la protesta como un «boicot vinculado a grupos de extrema derecha».

Esto fue negado por José Hernández, un camionero que se quedó sin trabajo a principios de este mes y uno de los principales organizadores de las huelgas, quien dijo: “Somos un grupo bipartidista de trabajadores honestos. Diesel es la gota que rompió el lomo del camello”.

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