Una agente de la Guardia Civil ha sido condenada a seis meses de prisión y 300 euros de multa por «insultar a una jefa» tras quejarse del olor corporal de su jefe.

El Tribunal Supremo confirmó un fallo anterior de un tribunal militar de Sevilla que declaró culpable al oficial anónimo de agredir el “honor y la dignidad” de un alto oficial después de que ella presentara una denuncia.

Ella se quejó oficialmente de su mala higiene personal e insistió en que despedía un «hedor asqueroso».

Ella se quejó de que cada vez que trataba con él, se presentaba como «descuidado e impuro» y desprendía «un olor fétido».

Ella dijo que su uniforme estaba manchado con «un círculo de sudor debajo de cada brazo» que causaba un «hedor maloliente» que era «bastante desagradable».

Pero en lugar de escuchar su queja, le dijeron que la dejara y, cuando se negó, insiste en que se vio obligada a ver al médico de la fuerza para que evaluara su cordura. Como resultado, ella fue puesta en baja por enfermedad.

El mal rollo entre la mujer y su jefe habría comenzado tras un desacuerdo por un caso de violencia de género.

La agente asegura que su jefe le pidió que bajara el «estado de riesgo» de una mujer víctima en el distrito de Chipiona de Cádiz, a pesar de las amenazas de violencia de su marido.

Cuando ella se negó, él tomó medidas disciplinarias contra ella y ella tomó represalias quejándose de su acicalamiento.

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