Sudán del Sur, el país más joven del mundo, es una nación herida tras una devastadora guerra civil.

En 2011, miles de personas celebraron su larga lucha por la independencia en el Parque Conmemorativo John Garang en la capital, Juba, donde Sudán del Sur iza con orgullo su bandera nacional.

Pero ahora parece más una barricada militar con soldados impidiendo la entrada y prohibiendo la fotografía.

Juba es una ciudad fundada por personas que vinieron de lejos (refugiados que crecieron en el extranjero y agricultores que lucharon en las zonas rurales) para construirse un futuro.

Para ellos, la independencia de Sudán del Sur era una nueva oportunidad tras décadas de guerra con el gobierno central de Jartum.

Pero esa esperanza se desvaneció solo dos años después, cuando Sudán del Sur se vio sumido en una brutal guerra civil luego de que estallaran enfrentamientos entre los soldados que apoyaban al presidente del país, Salva Kiir, y las tropas leales a su ex lugarteniente, Riek Machar.

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